Y entonces empiezan a volar las mariposas.
Él las encierra en una caja que sueña guitarras.
La sumerge en el agua que sangra.
Y emerge.
Brota.
Recompensa.
Vuela.
Saluda a muchos, bailan y se besan.
Y vuelve ya libre,
se mece,
respira, suspira
y duerme.
Ahora es luna roja.
Por algo, por él.
¿Le conté que lo amo?, bueno hoy se lo digo, ahora que está de viaje seguro me puede oír.
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