Mañana Paul Newman me va a besar. Con esa boca de plástico sexual.
Se canso tía Amanda de las luces del amor, las luces del edén.
Yo veré tu imagen preciosa suspendida en la tierra. Tan distante de las estrellas, la luna es una mentira para él, el amanecer un mito, el crepúsculo pura habladuría...
Pero en cambio la piel que es tan mundana lo excita como un a felino.
La tía Amanda está agotada de las luces del edén, pero vuela con el surrealismo. El edén no es el paraíso, es sólo un lugar, también en la tierra, pero no es la tierra a la que estamos acostumbrados, esa, de la que Ese Dios parece que se olvidó.
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