Invoco números

Desde el cielo.

Aun existía la posibilidad del enamoramiento auditivo, yo lo creía sumamente irreal, pero el dia que escuche el maullido de un gato sentí que ese era nuestro hilo. A mi voz la envuelve un tono grave, y él hacía sonar lo que mis cuerdas vocales no daban.

Trató de explicarme porque sangré cuando él interpretaba algo, es que él solo era un ángel que se había enamorado de mi, la única forma de tenerme era llevándome, pero siempre y cuando yo acepte porque sino no pensaba hacerlo. Me lo preguntó, y yo acepté, entonces desde el espejo me acerco la mano, y yo crucé con él. Rosas rojas me envolvieron al principio, solo dos tonos, rojo y bordo, me encerraban, y lloraba, sales de amor para ambos, feliz era la muerte, para mí ya no había otra felicidad más que atarme en la eternidad con ese ángel moreno.

Vi nacer las mañanas mas inspiradas del mineral. Con el matiz del cielo plasmado en el alma.Una balsa que huye del mañana cesando en él el deseo de desquitar los céfiros, cifrar el viento es una acción de revelo almidonado en naturaleza.

Qué nace del mañana, mas que una brisa marítima. Partículas distorsionadas por el andar de los días, siempre va a ser hoy, no existe un mañana, vivir el hoy es hacer un mañana. Más que nada tu pelo de seda confunde mi brillo, y llevas en él el encanto de las nubes.

Nunca ame tanto el cielo, sé que es una ficción el hacer pasar el tiempo, porque nos adoramos en el hoy, el mañana lo impone el hoy.

Estamos muy despiertos, no te asustes. Lucida como desde que me impacto tu mirada.

Oigo una mirada que me llama, como un gemido.

Yo también te espero.

Vos tenes una piel hermosa, hay un hilo entre tus ojos, tu pelo y tu piel. La combinación de todo eso da un andar de profundidad, algo sutilmente oscuro. Tus ojos cambian de color, a una hora de la madrugada se tiñen de miel, esa que me envenena!.