sobre el abismo de tu escote hasta sentir

Afiches

Cruel en el cartel,
la propaganda manda cruel en el cartel,
y en el fetiche de un afiche de papel
se vende la ilusión,
se rifa el corazón...
Y apareces tú
vendiendo el último jirón de juventud,
cargándome otra vez la cruz.
¡Cruel en el cartel, te ríes, corazón!
¡Dan ganas de balearse en un rincón!

Ya da la noche a la cancel
su piel de ojera...
Ya moja el aire su pincel
y hace con él la primavera...
¿Pero qué?
si están tus cosas pero tú no estás,
porque eres algo para todos,
como un desnudo de vidriera...
¡Luché a tu lado, para ti,
por Dios, y te perdí!

Yo te di un hogar...
¡Siempre fui pobre, pero yo te di un hogar!
Se me gastaron las sonrisas de luchar,
luchando para ti,
sangrando para ti...
Luego la verdad,
que es restregarse con arena el paladar
y ahogarse sin poder gritar.
Yo te di un hogar...
-¡fue culpa del amor!-
¡Dan ganas de balearse en un rincón!










Colores rojos y negros,
terrazas,
zapatos de tacos que dan vida a lo altanero.
Y una primavera invernal.
Horas de buenos aires.
cautiva a tu mirada europea
y tus vienes de alcohol
me diste hojas,y vida
me quitaste el color
pero todo lo volves tango
todo lo volves lujurioso
y apareces envuelta en nubes
en bajos planos de soledad
tus inviernos son mil armas
para estrellar sobre una pared
y tu sed de inexpertas te acerca a tu muerte
miras hacia afuera
y sos tan bella,
tan triste
tan gris
encantas con tu pavimento gris
y haces bailar la depresión a los locos
locos con pies descalzos
bailando en los azulejos
de un baño húmedo despreciado y necesario
Siempre fuiste algo para viejos y locos
¿pero que cosa mas profunda que un loco?
¿que hay adentro de un loco?
no lo sabes
yo tampoco
Solo se que tu inmensidad
se refleja en nosotros
como un duende que en la sombra
que mas la busca y mas la nombra
acentúas huesos destrozados
vos sabes de lo cíclico
vos creaste sobre sangre
vos sos los colores que mas temes
rojo
negro
sos frio y dolor
¿Pero que pasa?,
porque no podre separarme de vos
me ataste
estoy atada
y nunca me vas a dejar salir
Cuando anochezca en tu porteña soledad,
por la ribera de tu sábana vendré